Las abejas son sin lugar a dudas, una de las especies más interesantes del reino animal, las más importantes para la salud de los ecosistemas y son la llave de nuestra propia existencia. El motivo principal de la importancia de las abejas para el equilibrio de la naturaleza está totalmente ligado a su trabajo diario que consiste en elaborar miel. Sin su tesón y capacidad de trabajo para crear este alimento, a día de hoy, habría miles de plantas que no podrían llevar a cabo la polinización. A lo largo de este post, nos vamos adentrar en cómo se elabora la miel desde el trabajo de las abejas a la labor del apicultor.
Entonces, ¿Cómo se elabora la miel? Para lograr este manjar se necesitan de un mínimo de 45 días. Además, la miel no se produce durante todo el año, sino que este proceso se lleva a cabo desde marzo a primeros de octubre. Después de esta fecha, las abejas se unen dentro del panal, creando un racimo, para protegerse del frío y para cuidar a la reina de las adversidades del invierno.
LAS ABEJAS
El proceso de elaboración de la miel está tan unido a las abejas que su propio cuerpo está pensado para el almacenamiento y creación de este alimento. Por un lado, tenemos la lengua que es lo suficientemente larga y flexible para extraer el azúcar de las flores y por otro, tenemos el buche melario, que es un órgano que tiene la abeja en el que guarda la miel y modifica el ph de los compuestos.
La edad adulta de las abejas inicia a partir de los veintiún días. En ese instante, las abejas salen a explorar los campos y comienza la recolección del néctar. Aunque suelen centrarse en las flores que se encuentran más cerca de la colmena, su afán las lleva a recolectar néctar de flores que se encuentran a varios kilómetros.
LA COLMENA
Cuando han llenado todo su buche melario, regresan a la colmena y trasladan este alimento a sus compañeras, las abejas obreras. Regurgitan el néctar en la boca de su compañera que a su vez se encargará de continuar con la transformación por medio de enzimas. Esto se hace hasta que el pH esté alrededor de 3.9, en este punto la miel se vuelve más ácida.
El siguiente paso, es colocar la miel en las celdas. Sin embargo, la miel tiene demasiada humedad, por lo que las abejas empezarán a abanicar la miel con sus alas creando un efecto de evaporación, a través del cual, logran eliminar hasta el 80% del agua. Llegado a este punto, la miel ya se encuentra en perfectas condiciones para ser sellada con cera, aislándola de futuras humedades y conservándola este elixir por cientos de años.
Tras los 45 días, el apicultor procederá a la extracción de la miel. Este es un momento de sumo cuidado y tensión, ya que requiere de habilidad para extraer los panales mientras se vigila la seguridad de las abejas.
Cuando ya se han obtenido los panales, se procederá al filtrado de la miel. Para ello, el producto se deja en decantación unos días. Se logra eliminar los restos de cera quedándose única y exclusivamente la miel. Tras este paso existen dos opciones: envasarla directamente (miel cruda) o filtrarla y envasarla.

EL APICULTOR
Ahora que ya has conocido el trabajo de las abejas, toca hablar del apicultor, ese hombre o mujer que sabe perfectamente como se elabora la miel. La apicultura es un trabajo que implica una gran conexión con la naturaleza y dedicación para el cuidado y mantenimiento de las colmenas. El apicultor tiene una sensibilidad especial, ha de conocer su entorno a la perfección, ha de tener conocimientos de la flora local y ha de garantizar el bienestar de las abejas para asegurar la producción de miel.
Nuestro apicultor, Juan Emilio, es un profesional que lleva muchos años cuidando de sus panales. Juan Emilio es un experto en cómo elaborar la miel y sabe que este proceso lleva consigo varios aspectos: sabiduría, paciencia, tesón y amor por la naturaleza. Sin estos cuatro pilares, sería imposible obtener una miel de calidad excepcional.
Juan Emilio, visita las colmenas prácticamente cada día y las protege de los factores más adversos de la naturaleza (busca ubicaciones donde la lluvia o el sol sea más benevolente, minimiza los riesgos de daños por el viento…). Además, hace todo lo que está en su mano para protegerlas de plagas y aporta sustento de comida y agua en épocas de gran complejidad climatológica.
Las colmenas Oro del Yelmo, se encuentran en medio de la Sierra de Segura y las temperaturas son muy extremas y con oscilaciones muy fuertes. Aportar bebida extra puede ser necesario en los meses de agosto y septiembre.
Esto no es todo, los panales han de tener su propio mantenimiento ya que, al estar expuestos a la intemperie, sufren constantemente. Juan Emilio, vigila, cuida y mantiene los panales. Además, cuando se percibe un aumento significativo de la población de las colmenas, se rota el panel para crear nuevos hogares para ellas.
AHORA QUE YA SABES COMO SE ELABORA LA MIEL, APADRINA UNA COLMENA
Como habréis podido comprobar en el artículo, la obtención de la miel es un trabajo arduo y que se hace en equipo. La conexión entre abejas y nuestro apicultor es máxima ya que ellas nos ayudan a crear un mundo mejor, un mundo que está lleno de flores, colores y vida y la misión de Juan Emilio es cuidar de ellas, protegerlas y hacer de su hogar, un hogar más sencillo.
Para Oro del Yelmo, las abejas lo son todo porque nos regalan una miel única y la experiencia de estar en conexión con la naturaleza cada día. Queremos que también vosotros viváis estos momentos. A través de nuestro proyecto Apadrina una Colmena, podrás vivir esta experiencia por ti mismo, podrás conocer de primera mano cómo se elabora la miel y tomar la miel de tu propia colmena. Colmena que será tuya y que vivirá bajo las mejores condiciones en un lugar idílico, la Sierra de Segura